En el mundo de las salsas, todo es empezar. Existen numerosos productos para aderezar nuestras comidas y la salsa negra es uno de los más especiales. Es una salsa que se utiliza, sobre todo para las carnes rojas y aves. Su matiz picante y ácido ofrece un sabor delicioso a este tipo de platos principales.
Su elaboración es sencilla: agua, sal, ajo, comino, almidón de maíz, proteína vegetal y la soya como ingrediente principal. Gracias a estos componentes, la salsa negra es muy beneficiosa para la salud ya que tiene vitamina B9, también conocida como ácido fólico, que ayuda a la reducción de enfermedades cardiovasculares y a eliminar el riesgo de posibles infartos. Para las mujeres embarazas, es una vitamina muy recomendable para el desarrollo del bebé.
Las proteínas vegetales que se usan para su elaboración, ayudan a la regulación del colesterol; y la vitamina A ayuda al cuidado de la piel aportándole firmeza y apoyando sus cualidades cicatrizantes. La soya que contiene la salsa negra puede mejorar la tensión en aquellas personas que padezcan hipertensión.
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¿Qué platos se pueden hacer con la salsa negra?
Si eres un amante de la cocina, o chef profesional, la salsa negra puede ser un gran aliado para tus platos. Gracias a sus matices dulces, salados y ácidos, se puede alcanzar un alto grado de experimentación en la cocina.
Además de para las carnes, en España la salsa negra es ideal para marinar cualquier tipo de marisco como los langostinos. En Venezuela, por ejemplo, se utiliza la salsa negra en uno de sus platos más típicos: asado de carne.
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